Andalucía está realizando en los últimos años un esfuerzo modernizador sin precedentes, incentivado desde la administración mediante el Plan de Innovación y Modernización de Andalucía (PIMA). En esta tarea, las universidades están llamadas a desempeñar un papel vanguardista tanto en actividades de I+D+I como en la concepción de nuevas formas de transmisión del conocimiento que saquen el mayor partido a las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías. La digitalización de la sociedad y el trabajo en red constituyen realidades imparables, que además de facilitar la igualdad de oportunidades y el equilibrio territorial obligarán a replantearse el paradigma socioeconómico actual, empezando por la propia Universidad.
Por otro lado, desde el punto de vista energético y medioambiental el mundo está atravesando una encrucijada donde el agotamiento de las fuentes y la saturación de los sumideros están planteando retos de difícil solución. Nuestro país en general, y Andalucía en particular, por su elevada dependencia energética y emisiones de gases de efecto invernadero, puede ver seriamente comprometido su crecimiento futuro si no se actúa a tiempo. En este sentido, el Plan Energético de Andalucía (PLEAN), actualmente en vigor, ofrece un marco de actuación en el que los grupos de investigación andaluces y las compañías del sector energético tienen mucho que aportar para paliar este problema. Con el objetivo de aprovechar sinergias y aglutinar esfuerzos se ha creado la Corporación Tecnológica de Andalucía, que abre nuevas oportunidades en el ámbito de la colaboración universidad-empresa, en el que la Escuela Superior de Ingenieros de Sevilla fue pionera.